Restaurante "The Bost"

Bonito local , muy buen servicio, cuidada comida y espléndida bodega. Perfecto para una cena o comida informal. Nos gusto todo mucho (quizá lo que más las alcachofas, de las que olvide hacer foto).

Fuimos cuatro personas a cenar un viernes por la noche y comimos de forma excelente. Nos sentaron en el salón más pequeño que está al lado del principal que tiene un ambiente muy agradable e ideal para cenar con tranquilidad. El servicio fue muy bueno. Atentos, detallistas y nos orientaron muy bien sobre qué pedir. De aperitivo nos trajeron una crema de guisantes buenísima. Pedimos un plato de croquetas caseras de jamón y queso idiazabal con jamón alrededor para picar. Luego pedimos un segundo cada uno y los cuatro platos muy buenos: Magret de pato, Pochas con almejas, pulpo con patatas y merluza de anzuelo con salsa langostada (espectacular la salsa, recomendable 100%). De postre pedimos el mousse de chocolate, el biscuit de nueces con chocolate y la tarta de manzana con helado de manzana verde (una locura todos los postres pero sobretodo el helado). ¡Creo que es el mejor restaurante donde he comido en Vitoria!

Todo bost ;) La comida espectacular, volveremos a probar más cosas! El servicio y el ambiente, muy bueno. Nos ha encantado! Resaltamos los pimientos del piquillo rellenos, el cochinillo y la tarta de queso!!

La comida estaba rica, tal vez algo escasa, como en el caso de las almejas, pero rica. Nos sirvieron una cremita de verduras entre plato y plato algo que se agradece, el lugar es agradable y la atención inmejorable.

Fuimos a celebrar un bautizo, eramos casi 30 personas y el servicio estuvo de lujo. Teniamos menú cerrado pero comimos de todo: croquetas, jamón, pulpo, tartar… habia de todo! Finalmente un chuletón y postre! Lo recomiendo muchísimo

Simplemente espectacular. El ambiente, el servicio y la comida acompañan para disfrutar de un almuerzo super completo, donde de entrantes probamos croquetas(super sabrosas), ventresca (muy recomendable) y pimientos rellenos, y de segundos unas carrilleras muy tiernas y un rodaballo exquisito. Además, coronamos con un postre típico de la zona muy rico, y lo mejor, un servicio de 10. La camarera fue super cercana y agradable, en todo momento con una sonrisa en la cara, lo que fue el broche de oro a la comida. Sin duda para repetir.

Fuimos a cenar y muy buena elección; Muy buenos sabores, calidad y cantidad; Servicio excelente. Volveremos!

Genial local, comida deliciosa y un trato y servicio exquisitos. Sin duda entre mis restaurantes favoritos y recomiendo siempre comer aquí.