Trasto

Sitio precioso, romántico, me sorprendí al entrar, no lo esperaba, las fotos que hice no le hacen justicia alguna. La carta es muy sencilla, así que podrás escoger, e incluso probar un montón de platos, los cuales, pidas lo que pidas, acertarás. Todo muy rico, por supuesto de calidad. Te explican el plato cuando lo vas a comer, y como hacerlo. Desde luego que es para repetir. Tienen una muy buena bodega. El vino que nos pusieron para acompañar el postre, fue todo un acierto. No puedo poner ni un pero. Me encantó. Nos atendieron muy bien.

Menú de tapas, pedimos el menú degustación de 30 euros. De entrante nos trajeron una tapita de salmón con una espuma por encima, todo un detalle! Para cenar está muy bien, igual para comida algo escaso. Nos gustaron mucho las tapas y me parece muy original. El postre buenísimo, tarta de queso con helado.

PERFECTO. Es la palabra que mejor describe este restaurante. Cada visita es un regalo para los sentidos. Cocina cuidada al milímetro, ingredientes de calidad y un cariño que se nota en los sabores. Si eres de Valladolid y aún no has visitado este sitio no sé a que esperas…si eres de fuera, este sitio es la excusa perfecta para visitar la ciudad. Y por supuesto, tengo que destacar el servicio, que siempre es maravilloso y nos hace sentir como en casa. Las fotos son de la última visita. El rabito de cerdo…debería estar prohibido hacer algo tan rico porque ahora solo queremos volver a comerlo.

Restaurante situado en pleno centro de Valladolid, elegimos el menú de tapas por 30€/persona. También dispone de menú a la carta y un menú degustación por 50€/persona. Nos trajeron 7 tipos de tapas muy elaboradas y muy buen sabor, aunque lo mejor de la comida vino en el postre. Tienen una tarta de quedo deliciosa acompañando por una bola de helado de vainilla casera, de las mejores que he probado en mi vida. Aunque es un pelin caro, merece la pena.

Me ha encantado la croqueta, el taco y la tarta de queso. El menú de tapas muy recomendable y abundante. La decoración genial.

Nos ha encantado de nuevo, volver a Valladolid y encontrarnos con este lugar tan maravilloso. Tuvimos la suerte de que nos atendió una Extremeña, como nosotros, Maria Ángeles. Maravilloso el servicio, la comida, la elaboración de los platos, mezclando sabores muy diferentes. Volveremos!!!

Si quieres experimentar, salir de tu zona de confort y probar cosas nuevas, es el sitio ideal. Te sorprenden con cada plato , hacen magia. Pedimos alcachofas, guisantes, pulpo, jabalí, calamares y Callos. De postre tarta de queso, de chocolate , arroz con leche y tarta de limón.

Uno de los mejores restaurantes de Valladolid. Altamente recomendable. Todos los platos están pensados y elaborados con precisión, te sorprenden. Tienen una buena carta de vinos y te recomiendan muy bien. Lo mejor el trato de Lolo, nos lo pasamos genial!!! Fue un gran acierto.